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Se acerca el 14 de Febrero "San Valentín" y aunque en clase hemos llegado a la conclusión de que es una celebración que no nos gusta mucho, vamos a dedicar esta entrada al AMOR en la LITERATURA más concretamente en la LÍRICA, aprovechando la fecha. La propuesta es elegir nuestro poema de amor favorito y compartirlo. Empiezo yo...
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Me gusta este poema porque habla del amor sin nombrarlo...
ResponderEliminarMe gustas cuando callas porque estás como ausente,
y me oyes desde lejos, y mi voz no te toca.
Parece que los ojos se te hubieran volado
y parece que un beso te cerrara la boca.
.
Como todas las cosas están llenas de mi alma
emerges de las cosas, llena del alma mía.
Mariposa de sueño, te pareces a mi alma,
y te pareces a la palabra melancolía.
.
Me gustas cuando callas y estás como distante.
Y estás como quejándote, mariposa en arrullo.
Y me oyes desde lejos, y mi voz no te alcanza:
Déjame que me calle con el silencio tuyo.
.
Déjame que te hable también con tu silencio
claro como una lámpara, simple como un anillo.
Eres como la noche, callada y constelada.
Tu silencio es de estrella, tan lejano y sencillo.
.
Me gustas cuando callas porque estás como ausente.
Distante y dolorosa como si hubieras muerto.
Una palabra entonces, una sonrisa bastan.
Y estoy alegre, alegre de que no sea cierto.
PABLO NERUDA
Amor, cuántos caminos hasta llegar a un beso,
ResponderEliminarqué soledad errante hasta tu compañía!
Siguen los trenes solos rodando con la lluvia.
En Taltal no amanece aún la primavera.
Pero tú y yo, amor mío, estamos juntos,
juntos desde la ropa a las raíces,
juntos de otoño, de agua, de caderas,
hasta ser sólo tú, sólo yo juntos.
Pensar que costó tantas piedras que lleva el río,
la desembocadura del agua de Boroa,
pensar que separados por trenes y naciones
tú y yo teníamos que simplemente amarnos,
con todos confundidos, con hombres y mujeres,
con la tierra que implanta y educa los claveles.
Pablo Neruda
Cerrar podrá mis ojos la postrera
ResponderEliminarSombra que me llevare el blanco día,
Y podrá desatar esta alma mía
Hora a su afán ansioso lisonjera;
Mas no, de esotra parte, en la ribera,
Dejará la memoria, en donde ardía:
Nadar sabe mi llama el agua fría,
Y perder el respeto a ley severa.
Alma a quien todo un dios prisión ha sido,
Venas que humor a tanto fuego han dado,
Medulas que han gloriosamente ardido:
Su cuerpo dejará no su cuidado;
Serán ceniza, mas tendrá sentido;
Polvo serán, mas polvo enamorado.
FRANCISCO DE QUEVEDO (1580-1645)
AMOR ETERNO
ResponderEliminarPODRÁ NUBLARSE EL SOL ETERNAMENTE;
PODRÁ SECARSE EN UN INSTANTE EL MAR;
PODRÁ ROMPERSE EL EJE DE LA TIERRA
COMO UN DÉBIL CRISTAL.
¡TODO SUCEDERÁ! PODRÁ LA MUERTE
CUBRIRME CON SU FÚNEBRE CRESPÓN;
PERO JAMÁS EN MÍ PODRÁ APAGARSE
LA LLAMA DE TU AMOR
Gustavo Adolfo Bécquer
Anoche cuando dormía
ResponderEliminarAnoche cuando dormía
soñé ¡bendita ilusión!
que una fontana fluía
dentro de mi corazón.
Dí: ¿por qué acequia escondida,
agua, vienes hasta mí,
manantial de nueva vida
en donde nunca bebí?
Anoche cuando dormía
soñé ¡bendita ilusión!
que una colmena tenía
dentro de mi corazón;
y las doradas abejas
iban fabricando en él,
con las amarguras viejas,
blanca cera y dulce miel.
Anoche cuando dormía
soñé ¡bendita ilusión!
que un ardiente sol lucía
dentro de mi corazón.
Era ardiente porque daba
calores de rojo hogar,
y era sol porque alumbraba
y porque hacía llorar.
Anoche cuando dormía
soñé ¡bendita ilusión!
que era Dios lo que tenía
dentro de mi corazón.
Antonio Machado
Sal tú, bebiendo campos y ciudades,
ResponderEliminaren largo ciervo de agua convertido,
hacia el mar de las albas claridades,
del martín-pescador mecido nido;
que yo saldré a esperarte, amortecido,
hecho junco, a las altas soledades,
herido por el aire y requerido
por tu voz, sola entre las tempestades.
Deja que escriba, débil junco frío,
mi nombre en esas aguas corredoras,
que el viento llama, solitario, río.
Disuelto ya en tu nieve el nombre mío,
vuélvete a tus montañas trepadoras,
ciervo de espuma, rey del monterío.
RAFAEL ALBERTI
En los oscuros pinos se desenreda el viento.
ResponderEliminarFosforece la luna sobre las aguas errantes.
Andan días iguales persiguiéndose.
Se desciñe la niebla en danzantes figuras.
Una gaviota de plata se descuelga del ocaso.
A veces una vela. Altas, altas estrellas.
O la cruz negra de un barco.
Solo.
A veces amanezco, y hasta mi alma está húmeda.
Suena, resuena el mar lejano.
Este es un puerto.
Aquí te amo.
Aquí te amo y en vano te oculta el horizonte.
Te estoy amando aún entre estas frías cosas.
A veces van mis besos en esos barcos graves,
que corren por el mar hacia donde no llegan.
Ya me veo olvidado como estas viejas anclas.
Son más tristes los muelles cuando atraca la tarde.
Se fatiga mi vida inútilmente hambrienta.
Amo lo que no tengo. Estás tú tan distante.
Mi hastío forcejea con los lentos crepúsculos.
Pero la noche llega y comienza a cantarme.
La luna hace girar su rodaje de sueño.
Me miran con tus ojos las estrellas más grandes.
Y como yo te amo, los pinos en el viento,
quieren cantar tu nombre con sus hojas de alambre.
PABLO NERUDA
El amor es un grito sublime
ResponderEliminarentre los demàs sentimientos humanos.
El amor nos da fuerza,
nos agranda el corazòn,
nos ensancha la vìa de acceso
hacia todos los deseos.
El amor es esa fuerza inagotable
de ansias de vivir,
que apresuradamente trota
desde el aura hasta el alma misma.
El amor es sentir,
es decir, gritar, sonreir y llorar a la vez.
El amor es el màs hermoso color
que aùn nadie haya podido detallar.
El sonido del amor
no tiene lìmites en sus decibeles.
El amor nos hace gigantes,
poetas, compositores,
escritores principiantes
hasta perder la nociòn de la realidad circundante.
El amor nos hace gozar de una temporada
de locuras coherentes,
de febriles sensaciones,
de esperanzas y vivencias
que se transmiten
en cada beso,
en cada abrazo,
en cada despedida
hasta un despuès màs.
El amor en un te quiero
fluye salpicado de ternura.
Todo lo vence
con una vehemencia casi inextinguible,
con ansias de detener nuestro tiempo.
El amor es amar a la vida,
es amar a nuestro amor;
es la complacencia casi eterna
de reir, de llorar, de pensar, de cantar,
de entregar y de usar a toda capacidad
el corazòn, la piel... los cinco sentidos.
El amor en resumen
es un prodigio de mucho màs...
Se podrà definir de infinitas formas,
pero nunca dejarà de ser
el màs sublime sentimiento
que nos haga vivir,
que nos haga flotar en una gloria imperecedera
con su enorme poder...
porque el amor es...
èso y todavìa màs !
JULIO ENRIQUE CEPERO
Estrella prueba con otro poema y recuerda que el tema es EL AMOR. Los demás muy bien :)
ResponderEliminarLOS OJOS:
ResponderEliminarCuando murió su amada
pensó en hacerse viejo
en la mansión cerrada,
solo con su memoria y el espejo
donde ella se miraba un claro día.
Como el oro en el arca delavaro,
pensó que no guardaría
todo un ayer en el espejo claro.
Ya el tiempo para él no correría.
Mas, pasado el primer aniversarío,
¿Cómo eran - preguntó - pardos o negros,
sus ojos? ¿Glaucos?... ¿Grises?
¿Cómo eran, ¡Santo Díos!, que no recuerdo?...
Salió a la calle un día
de primavera, y paseó en silencio
su doble luto, el corazón cerrado...
De una ventana en el sombío hueco
vio unos ojos brillar. Bajjó los suyos
y sigió su camino... ¡Como éses!
Autor: Antonio Machado
ENAMORARSE Y NO.
ResponderEliminarCuando uno se enamora las cuadrillas
del tiempo hacen escala en el olvido
la desdicha se llena de milagros
el miedo se convierte en osadía
y la muerte no sale de su cueva
enamorarse es un presagio gratis
una ventana abierta al árbol nuevo
una proeza de los sentimientos
una bonanza casi insoportable
y un ejercicio contra el infortunio
por el contrario desenamorarse
es ver el cuerpo como es y no
como la otra mirada lo inventaba
es regresar más pobre al viejo enigma
y dar con la tristeza en el espejo.
aUTOR: Mario Benedetti.
ADOLESCENCIA
ResponderEliminarEn el balcón, un instante
nos quedamos los dos solos.
Desde la dulce mañana
de aquel día, éramos novios.
—El paisaje soñoliento
dormía sus vagos tonos,
bajo el cielo gris y rosa
del crepúsculo de otoño.—
Le dije que iba a besarla;
bajó, serena, los ojos
y me ofreció sus mejillas,
como quien pierde un tesoro.
—Caían las hojas muertas,
en el jardín silencioso,
y en el aire erraba aún
un perfume de heliotropos.—
No se atrevía a mirarme;
le dije que éramos novios,
...y las lágrimas rodaron
de sus ojos melancólicos.
Juan ramón jimenez
Ahora si, tocaya :). Precioso poema.
ResponderEliminarPoema Gacela del Amor Desesperado
ResponderEliminarde Federico García Lorca
La noche no quiere venir
para que tú no vengas
ni yo pueda ir.
Pero yo iré
aunque un sol de alacranes me coma la sien.
Pero tú vendrás
con la lengua quemada por la lluvia de sal.
El día no quiere venir
para que tú no vengas
ni yo pueda ir.
Pero yo iré
entregando a los sapos mi mordido clavel.
Pero tú vendrás
por las turbias cloacas de la oscuridad.
Ni la noche ni el día quieren venir
para que por ti muera
y tú mueras por mí.
Estoy pensando en ti cuando no pienso
ResponderEliminarque estoy pensando en ti, cuando quisiera
no tener que pensar para sentirme
de tu lejano corazón más cerca.
Más cerca de esa pura lejanía
íntimamente clara de tu ausencia:
de ese rastro de luz que tu recuerdo
enciente en mí cuando de mí se aleja.
----
Me acercaré de nuevo a tu tristeza
como a una misteriosa melodía
que le da al corazón su resonancia
de música infinita.
Y volveré a sentir cuando me mires,
callada y pensativa,
que apagas con tus ojos al mirarme
el sueño de mi vida.
José Bergamín
Romance del prisionero
ResponderEliminarQue por mayo era por mayo
cuando hace el calor,
cuando los trigos encañan
y están los campos en flor,
cuando canta la calandria
y responde el ruiseñor,
cuando los enamorados
van a servir al amor;
sino yo, triste, cuitado,
que vivo en esta prisión,
que ni sé cuándo es de día
ni cuándo las noches son,
sino por una avecilla
que me cantaba al albor.
Matómela un ballestero;
dele Dios mal galardón.
TÁCTICA Y ESTRATEGIA
ResponderEliminarMi táctica es
mirarte
aprender como eres
quererte como eres
mi táctica es
hablarte
y escucharte
construir con palabras
un puente indestructible
mi táctica es
quedarme en tu recuerdo
no sé cómo ni sé
con qué pretexto
pero quedarme en tí
mi táctica es
ser franco
y saber que eres franca
y que no nos vendamos
simulacros
para que entre los dos
no haya telón
ni abismos
mi estrategia es
en cambio
más profunda y más
simple
mi estrategia es
que un día cualquiera
no sé cómo ni sé
con qué pretexto
por fin me necesites
Mario Benedetti
¿Julia era rubia? No. Con negros ojos
ResponderEliminarvio la manzana del jardín: con labios
rojos probó su miel; con labios rojos
que saben hoy más ciencia que los sabios.
Venus tuvo el azur en sus pupilas,
pero su hijo no. Negros y fieros,
encienden a las tórtolas tranquilas
los dos ojos de Eros.
Los ojos de las reinas fabulosas,
de las reinas magníficas y fuertes,
tenían las pupilas tenebrosas
que daban los amores y las muertes.
Pentesilea, reina de amazonas;
Judith, espada y fuerza de Betulia;
Cleopatra, encantadora de coronas,
la luz tuvieron de tus ojos, Julia.
La negra, que es más luz que la luz blanca
del sol, y las azules de los cielos.
Luz que el más rojo resplandor arranca
al diamante terrible de los celos.
Luz negra, luz divina, luz que alegra
la luz meridional, luz de las niñas,
de las grandes ojeras, ¡oh luz negra
que hace cantar a Pan bajo las viñas
RUBÉN DARIO
Cuerpo de mujer, blancas colinas, muslos blancos,
ResponderEliminarte pareces al mundo en tu actitud de entrega.
Mi cuerpo de labriego salvaje te socava
y hace saltar el hijo del fondo de la tierra.
Fui solo como un túnel. De mí huían los pájaros
y en mí la noche entraba su invasión poderosa.
Para sobrevivirme te forjé como un arma,
como una flecha en mi arco, como una piedra en mi honda.
Pero cae la hora de la venganza, y te amo.
Cuerpo de piel, de musgo, de leche ávida y firme.
Ah los vasos del pecho! Ah los ojos de ausencia!
Ah las rosas del pubis! Ah tu voz lenta y triste!
Cuerpo de mujer mía, persistiré en tu gracia.
Mi sed, mi ansia sin límite, mi camino indeciso!
Oscuros cauces donde la sed eterna sigue,
y la fatiga sigue, y el dolor infinito.
Poemas de Pablo Neruda
Amor mío, mi amor, amor hallado...
ResponderEliminarAmor mío, mi amor, amor hallado
de pronto en la ostra de la muerte.
Quiero comer contigo, estar, amar contigo,
quiero tocarte, verte.
Me lo digo, lo dicen en mi cuerpo
los hilos de mi sangre acostumbrada,
lo dice este dolor y mis zapatos
y mi boca y mi almohada.
Te quiero, amor, amor absurdamente,
tontamente, perdido, iluminado,
soñando rosas e inventando estrellas
y diciéndote adiós yendo a tu lado.
Te quiero desde el poste de la esquina,
desde la alfombra de ese cuarto a solas,
en las sábanas tibias de tu cuerpo
donde se duerme un agua de amapolas.
Cabellera del aire desvelado,
río de noche, platanar oscuro,
colmena ciega, amor desenterrado,
voy a seguir tus pasos hacia arriba,
de tus pies a tu muslo y tu costado.
Jaime Sabines
Ondas do mar de Vigo,
ResponderEliminarse vistes meu amigo!
e ai Deus, se verrá cedo!
Ondas do mar levado,
se vistes meu amado!
e ai Deus, se verrá cedo!
Se vistes meu amigo,
o por que eu sospiro!
e ai Deus, se verrá cedo!
Se vistes meu amado
por que ei gram cuidado!
e ai Deus, se verrá cedo.
MARTIN CODAX
La princesa está triste... ¿Qué tendrá la princesa?
ResponderEliminarLos suspiros se escapan de su boca de fresa,
que ha perdido la risa, que ha perdido el color.
La princesa está pálida en su silla de oro,
está mudo el teclado de su clave sonoro;
y en un vaso olvidada se desmaya una flor.
El jardín puebla el triunfo de los pavos-reales.
Parlanchina, la dueña dice cosas banales,
y, vestido de rojo, piruetea el bufón.
La princesa no ríe, la princesa no siente;
la princesa persigue por el cielo de Oriente
la libélula vaga de una vaga ilusión.
¿Piensa acaso en el príncipe de Golconda o de China,
o en el que ha detenido su carroza argentina
para ver de sus ojos la dulzura de luz?
¿O en el rey de las Islas de las Rosas fragantes,
o en el que es soberano de los claros diamantes,
o en el dueño orgulloso de las perlas de Ormuz?
¡Ay! La pobre princesa de la boca de rosa
quiere ser golondrina, quiere ser mariposa,
tener alas ligeras, bajo el cielo volar,
ir al sol por la escala luminosa de un rayo,
saludar a los lirios con los versos de mayo,
o perderse en el viento sobre el trueno del mar.
Ya no quiere el palacio, ni la rueca de plata,
ni el halcón encantado, ni el bufón escarlata,
ni los cisnes unánimes en el lago de azur.
Y están tristes las flores por la flor de la corte;
los jazmines de Oriente, los nelumbos del Norte,
de Occidente las dalias y las rosas del Sur.
¡Pobrecita princesa de los ojos azules!
Está presa en sus oros, está presa en sus tules,
en la jaula de mármol del palacio real,
el palacio soberbio que vigilan los guardas,
que custodian cien negros con sus cien alabardas,
un lebrel que no duerme y un dragón colosal.
¡Oh quién fuera hipsipila que dejó la crisálida!
(La princesa está triste. La princesa está pálida)
¡Oh visión adorada de oro, rosa y marfil!
¡Quién volara a la tierra donde un príncipe existe
(La princesa está pálida. La princesa está triste)
más brillante que el alba, más hermoso que abril!
-¡Calla, calla, princesa -dice el hada madrina-,
en caballo con alas, hacia acá se encamina,
en el cinto la espada y en la mano el azor,
el feliz caballero que te adora sin verte,
y que llega de lejos, vencedor de la Muerte,
a encenderte los labios con su beso de amor!
SONATINA
Rubén Darío
Mujer, yo hubiera sido tu hijo, por beberte
ResponderEliminarla leche de los senos como de un manantial,
por mirarte y sentirte a mi lado y tenerte
en la risa de oro y la voz de cristal.
Por sentirte en mis venas como Dios en los ríos
y adorarte en los tristes huesos de polvo y cal,
porque tu ser pasara sin pena al lado mío
y saliera en la estrofa -limpio de todo mal-.
Cómo sabría amarte, mujer, cómo sabría
amarte, amarte como nadie supo jamás!
Morir y todavía
amarte más.
Y todavía
amarte más
y más.
PABLO NERUDA
Cuerpo de mujer, blancas colinas, muslos blancos,
ResponderEliminarte pareces al mundo en tu actitud de entrega.
Mi cuerpo de labriego salvaje te socava
y hace saltar al hijo del fondo de la tierra.
Fui sólo como un túnel. De mí huían los pájaros,
y en mí la noche entraba en su invasión poderosa.
Para sobrevivirme te forjé como un arma,
como una flecha en mi arco, como una piedra en mi honda.
Pero cae la hora de la venganza, y te amo.
Cuerpo de piel, de musgo, de leche ávida y firme.
¡Ah los vasos del pecho! ¡Ah los ojos de ausencia!
¡Ah las rosas del pubis! ¡ Ah tu voz lenta y triste!
Cuerpo de mujer mía, persistiré en tu gracia.
Mi sed, mi ansia sin límite, mi camino indeciso!
Oscuros cauces donde la sed eterna sigue,
y la fatiga sigue y el dolor infinito.
Pablo Neruda
"Puedo escribir
ResponderEliminarlos versos más
tristes de esta noche"
puedo escribir
los versos más
tristes de esta noche
escribir por ejemplo:
"La noche está estrellada,
y tiritan,azules,los astros,a lo lejos
El viento de la noche
gira en el cielo y canta
puedo escribir los versos
más tristes esta noche.
Yo la quise,y aveces ella
también me quiso.
En las noches como esta
la tuve entre mis brazos
La bese tantas veces
bajo el cielo infinito
Ella me quiso aveces
yo también la queria
Cómo no haber amado
sus grandes ojos fijos.
Oir la npche inmensa
mas inmensa sin ella.
Y el verso cae al alma
como al pasto el rocio
Que importa que mi
amor no pudiera guerdarla.
Eso es todo.A lo lejos
alguien canta.A lo lejos mi
alma no se contenta cn
haberla perdido.
PLABO NERUDA
Una sola sonrisa tuya
ResponderEliminaralegra mi corazón.
Un solo átomo de tu tristeza
es capaz de destrozar mi alma.
Una sola expresión tuya
es suficiente para comunicarnos.
Una leve caricia tuya
pone en alerta todo mi cuerpo
Es decir, tu sola presencia
da sentido a mi existencia.
(TOCHO, mi marido me lo escribió para mi cumpleaños)
Soneto VIII
ResponderEliminarSi no fuera porque tus ojos tienen color de luna,
de día con arcilla, con trabajo, con fuego,
y aprisionada tienes la agilidad del aire,
si no fuera porque eres una semana de ámbar,
si no fuera porque eres el momento amarillo
en que el otoño sube por las enredaderas
y eres aún el pan que la luna fragante
elabora paseando su harina por el cielo,
oh, bienamada, yo no te amaría!
En tu abrazo yo abrazo lo que existe,
la arena, el tiempo, el árbol de la lluvia,
y todo vive para que yo viva:
sin ir tan lejos puedo verlo todo:
veo en tu vida todo lo viviente.
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ResponderEliminarBella
ResponderEliminarComo en la piedra fresca
del manantial, el agua
abre un ancho relámpago de espuma,
así es la sonrisa en tu rostro,
bella.
Bella,
de finas manos y delgados pies
como un caballito de plata,
andando, flor del mundo,
así te veo,
bella.
Bella,
con un nido de cobre enmarañado
en tu cabeza, un nido
color de miel sombría
donde mi corazón arde y reposa,
bella.
Bella,
no te caben los ojos en la cara,
no te caben los ojos en la tierra.
Hay países, hay ríos
en tus ojos,
mi patria está en tus ojos,
yo camino por ellos,
ellos dan luz al mundo
por donde yo camino,
bella.
Bella,
tus senos son como dos panes hechos
de tierra cereal y luna de oro,
bella.
Bella,
tu cintura
la hizo mi brazo como un río cuando
pasó mil años por tu dulce cuerpo,
bella.
Bella,
no hay nada como tus caderas,
tal vez la tierra tiene
en algún sitio oculto
la curva y el aroma de tu cuerpo,
tal vez en algún sitio,
bella.
Bella, mi bella,
tu voz, tu piel, tus uñas
bella, mi bella,
tu ser, tu luz, tu sombra,
bella,
todo eso es mío, bella,
todo eso es mío, mía,
cuando andas o reposas,
cuando cantas o duermes,
cuando sufres o sueñas,
siempre,
cuando estás cerca o lejos,
siempre,
eres mía, mi bella,
siempre.
Pablo Neruda
Pensarte es tenerte
ResponderEliminar¡Cómo me dejas que te piense!
Pensar en ti no lo hago solo, yo.
Pensar en ti es tenerte,
como el desnudo cuerpo ante los besos,
toda ante mí, entregada.
Siento cómo te das a mi memoria,
cómo te rindes al pensar ardiente,
tu gran consentimiento en la distancia,
y más que consentir, más que entregarte,
me ayudas, vienes hasta mí, me enseñas
recuerdos en escorzo, me haces señas
con las delicias, vivas, del pasado,
invitándome.
Me dices desde allá
que hagamos lo que quiero
-unirnos- al pensarte,
y entramos por el beso que me abres,
y pensamos en ti, los dos, yo solo.
Pedro Salinas
LLAGAS DE AMOR
ResponderEliminarEsta luz, este fuego que devora.
Este paisaje gris que me rodea.
Este dolor por una sola idea.
Esta angustia de cielo, mundo y hora.
Este llanto de sangre que decora
lira sin pulso ya, lúbrica tea.
Este peso del mar que me golpea.
Este alacrán que por mi pecho mora.
Son guirnaldas de amor, cama de herido,
donde sin sueño, sueño tu presencia
entre las ruinas de mi pecho hundido.
Y aunque busco la cumbre de prudencia
me da tu corazón valle tendido
con cicuta y pasión de amarga ciencia.
Federico García Lorca.
Permanece en silencio cuando amas.
ResponderEliminarEscucha al fondo
la vastedad de la respiración,
la gota de agua y el rumor del viento.
Y ven lejos.
Ven, al amor, de lejos.
Desde la noche,
desde el desierto,
arrimado a los muros,
a perecer en él, como acto único.
César Simón
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ResponderEliminarAmor, amor, un hábito vestí
ResponderEliminarel cual de vuestro paño fue cortado;
al vestir ancho fue, más apretado
y estrecho cuando estuvo sobre mí.
Después acá de lo que consentí,
tal arrepentimiento me ha tomado,
que pruebo alguna vez, de congojado,
a romper esto en que yo me metí.
Mas ¿quién podrá de este hábito librarse,
teniendo tan contraria su natura,
que con él ha venido a conformarse?
Si alguna parte queda por ventura
de mi razón, por mí no osa mostrarse;
que en tal contradicción no está segura.
GARCILASO DE LA VEGA
En la soledad de estas cuatro paredes,
ResponderEliminarte digo adiós...
encerrada en mis pensamientos me despido de los más hermoso que he vivido,
sin lucha ni un minuto mas por tu amor,
sin esperar el encuentro de nuestros cuerpos en uno.
Me voy lejos, dónde no puedas hallarme.
Seré de aquí en más pedazo de leña que no ha encendido
el fuego de tus labios,
seré nieve bajo el sol derretida
rumbo a las aguas infinitas
y me perderé por ahí.
Te observaré de lejos, y cuidaré tu alma de cerca.
Más hoy te pido amor
no me busques, porque es tarde
y se me fue la vida.
Luciana Carelli
Profe nose si valdra porque nose quien es esa mujer pero bueno esque lo e visto y me ha gustado :)
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ResponderEliminarEstá repetida Andrei :(
ResponderEliminarTal vez no ser es ser sin que tú seas,
ResponderEliminarsin que vayas cortando el mediodía
como una flor azul, sin que camines
más tarde por la niebla y los ladrillos,
sin esa luz que llevas en la mano
que tal vez otros no verán dorada,
que tal vez nadie supo que crecía
como el origen rojo de la rosa,
sin que seas, en fin, sin que vinieras
brusca, incitante, a conocer mi vida,
ráfaga de rosal, trigo del viento,
y desde entonces soy porque tú eres,
y desde entonces eres, soy y somos,
y por amor seré, serás, seremos.
Cien sonetos de amor
de Pablo Neruda
Amor mío, mi amor, amor hallado
ResponderEliminarde pronto en la ostra de la muerte.
Quiero comer contigo, estar, amar contigo,
quiero tocarte, verte.
Me lo digo, lo dicen en mi cuerpo
los hilos de mi sangre acostumbrada,
lo dice este dolor y mis zapatos
y mi boca y mi almohada.
Te quiero, amor, amor absurdamente,
tontamente, perdido, iluminado,
soñando rosas e inventando estrellas
y diciéndote adiós yendo a tu lado.
Te quiero desde el poste de la esquina,
desde la alfombra de ese cuarto a solas,
en las sábanas tibias de tu cuerpo
donde se duerme un agua de amapolas.
Cabellera del aire desvelado,
río de noche, platanar oscuro,
colmena ciega, amor desenterrado,
voy a seguir tus pasos hacia arriba,
de tus pies a tu muslo y tu costado.
Jaime Sabines
Amor mío, mi amor
No vale Arancha está repetida :(
ResponderEliminarLa dulce boca que a gustar convida
ResponderEliminarun humor entre perlas destilado,
y a no invidiar aquel licor sagrado
que a Júpiter ministra el garzón de Ida,
¡amantes! no toquéis si queréis vida:
porque entre un labio y otro colorado
Amor está de su veneno armado,
cual entre flor y flor sierpe escondida.
No os engañen las rosas que al Aurora
diréis que aljofaradas y olorosas
se le cayeron del purpúreo seno.
Manzanas son de Tántalo y no rosas,
que después huyen dél que incitan ahora
y sólo del Amor queda el veneno.
david ferrero
David te has olvidado de poner el autor de tu poesía. Bueno ya lo pongo yo...LUIS DE GÓNGORA
ResponderEliminar