jueves, 9 de diciembre de 2010

MICRORRELATOS NAVIDEÑOS

                         Fuente de la imagen:aquellosmaravillososaños.blogspot

Alba contemplaba nerviosa el escaparate de la juguetería...
Esta debe ser la primera frase de vuestros microrrelatos navideños, cuya extensión no puede exceder las cien palabras. Imaginad a Alba en esta situación y dejad volar vuestra imaginación. ¿Qué quién es Alba?. Pues no sé, es vuestra historia decididlo vosotros.
 No olvidéis que debe ser una historia corta y navideña.
El mejor microrrelato ganará un auténtico polvorón de Estepa de rica almendra. Los demás deberán conformarse con formarse, aprender y tener contenta a su profesora de Lengua (bueno y alguna peladilla caerá).
Como son historias breves las podéis colgar en comentarios del blog.
Feliz fin de semana :)

29 comentarios:

  1. Alba contemplaba nerviosa el escaparate de la juguetería, mientras la nieve caía sobre su cabello.
    Se quedó fascinada al ver un gran oso de peluche. Las lágrimas cayeron sobre su rostro porque le recordaba a su abuela. Durante un minuto, su mente se llenó de recuerdos junto a ella.
    Al lado de Alba, su novio, tomó nota y se le ocurrió una idea.
    El día 6 de Enero, Alba despertó, tomó un café y al llegar a la sala se encontró con ese gran oso de peluche blanco y gordo...

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  2. Adjudicado un polvorón a Bárbara :)

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  3. Alba contemplaba nerviosa el escaparate de la juguetería, quedaban pocos días para la llegada de los Reyes Magos, ella no sabía todavía que pedir. Vió varias muñecas pero no le convencián, se fué a otro escaparate y comtenpló aquella bicicleta que quería hacía años, y ningún año se la traian. Ella volvió a probar suerte y el día 6 de enero Alba se despertó y abrió su regalo. Era aquella bicicleta del escaparate .

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  4. Alba contemplaba nerviosa el escaparate de la juguetería y su imaginación voló al pasado, mientras decía para sus adentros, esto no es nada, solo es fanfarria navideña y juguetes aburridos. No hay bólido como mi coche hecho con una caja de cartón, una cuerda y el motor de mis piernas, eran fantásticas las carreras de fórmula 1 entre los amigos, en el circuito improvisado del parque. Hay quién no puede ver y nunca vió escaparates como este y que nunca envidiarán. De verdad es triste ver escaparates como este, con juegos solitarios y aburridos que apartan de las amistades.
    Posdata: Yo quiero el polvorón de Rute, que son mejores. Te excuso de enviarmelo, ya me he comido varios y los tengo a la mano, je, je,jeeeeeeeeee

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  5. Alba contemplaba nerviosa el escaparate de la juguetería ya que llegaba la navidad, estaba muy entusiasmada. Quería un juguete que había. Se había enamorado de él. Alba iba todas las tardes a mirarlo esperando un día poder tenerlo en sus manos. Soñaba con ese día. Llego el día de Reyes y lo tuvo en sus manos Alba saltaba a de alegría, siempre había soñado con ello.

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  6. Alba contemplaba nerviosa el escaparate de la juguteria buscando el regalo que le prometió a su nieta. La niña quería un juguete muy difícil de encontrar y la abuela buscó y buscó hasta que lo encontró en una tienda. Pero había una cola muy larga tan larga que llegaba a la esquina.

    La jugueteria se encontraba en la calle Mayor de Barcelona. Alba estaba helada llevaba muchas horas en esa cola se hacia de noche y tenia hambre y solo pensaba en la ilusión que se reflejaría en la cara de su nieta al ver el regalo que tanto quería.

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  7. Alba contemplaba nerviosa el escaparate de la juguetería viendo un muñeco que se parecía mucho a ella.

    -Mama, mama, mira un muñeco como yo.
    La madre se acercó y le dijo:
    -Vamos Alba, no hay nada.
    -Pero ¡mama, mama!

    La madre desapareció, esa tienda era fantasma, y su madre se convirtió en una pequeña figura de plástico.
    Alba nerviosa no sabía que hacer y de repente Melchor apareció en mitad de la tienda y le pregunto:

    -Alba, ¿Qué deseas para navidad? ¿Esa muñeca o tu adorable madre?

    Alba por supuesto dijo que a su mama.
    De repente se despertó… y fue donde estaba su madre y le dio un gran beso en la mejilla.

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  8. Alba contemplaba nerviosa el escaparate de la juguetería, porque se había pedido una muñeca para Los Reyes Magos. Yo que soy su madre me dí cuenta. Llegó el gran día y le hicimos una broma, escondimos todos los regalos y le dejamos carbón donde siempre le poníamos los regalos. Al verlo se quedó boquiabierta. Entonces le dijimos donde estaban los de verdad. Y cuando abrió el gran regalo empezó a llorar y a darnos besos. Aunque la hiciésemos esta pequeña broma nunca pierde la ilusión de la navidad.

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  9. Alba contemplaba nerviosa el escaparate de la juguetería, quería pasar dentro y preguntar por esa fantástica muñeca que tantos años había deseado.
    Alba era una niña huérfana y no tenía a nadie.
    Aquella noche de reyes ella pasaba por delante de las casas y se entristecía al ver a las familias celebrando la navidad.
    Cansada de andar se sentó en un callejón y se quedó dormida.
    Al despertarse una sonrisa le iluminó la cara, aquella muñeca estaba junto a ella.
    "La magia de la navidad"

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  10. Alba contemplaba nerviosa el escaparate de la juguetería. Ya no era una niña y sabía de sobra que aquella magia de la Navidad era un cuento. No sabía por qué mirar ese escaparate le absorbía de ese modo y más aún con la prisa que tenía. Desde que estaba en el insti no tenía tiempo para nada. Este pensamiento la puso nerviosa y dejó caer el diccionario de inglés que abrazaba contra su peño junto con la libreta de Mates. ¡Qué fastidio! Se ha roto, se dijo. Al cogerlo vio que las dos mitades tenían algo raro. Una estaba completamente escrita en español, la otra completamente en inglés.

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  11. Como cada viernes y por la mañana, Alba elegía con gran esmero los productos ya que los tenía todos juntos por qué no; leía sus contenidos y comparaba unas marcas con otras hasta que se decidía por alguna bien por su precio o su calidad.

    Pero si un día compraba con más ilusión ese era el viernes anterior a Navidad. Llenaba el carrito hasta los topes: conservas, embutidos, carnes, yogures, etc y sin olvidar, por ser días tan señalados, algunos turrones, polvorones, salmón ahumado, caviar y hasta una botella de buen vino. Total, ¡un día es un día! -se dijo, era la mujer más feliz del mundo empujando su carrito por los pasillos del súper.

    Al final de su recorrido y después de una mañana comprando, se presentó en la caja nº 9 en la que, como casi siempre, estaba Marisa, la cual después de esperar pacientemente su turno, saludó.

    - ¿Qué lleva hoy, señora Alba? Ah, estos macarrones con esa salsa salen riquísimos. A mí me encantan. Serán 23 euros con 20 céntimos. ¿Dónde nos ha dejado el carro?

    - Donde siempre, hija, al lado de la entrada del almacén de comestibles.

    - Muy bien. ¿Algún congelado?

    - No hija, ya sabes que nunca.

    - Estupendo. Hasta la semana que viene y ¡feliz Navidad!

    - Feliz Navidad, hija, y muchas gracias por todo.

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  12. Buff creo que voy a tener que comprar más cajas de polvorones...
    Vamos a tener mucho material para debatir en clase.

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  13. Alba contemplaba nerviosa el escaparate de la juguetería; recordaba aquel día, durante las navidades de quinto de primaria (esa edad en la que la duda sobre la existencia de los Reyes Magos se empieza a disipar), en el que se encontró delante de ese mismo escaparate. En su cabeza resonaba lo que su madre le dijo en aquella ocasión: -hija, mientras tengas ilusión habrá magia.
    Tengo ilusión –se repetía una y otra vez- cuando, como por arte de magia, se encontró dormida, en su cama, en su apartamento.
    Él, ¡él!, la besaba en la frente…, ella dormía. Él la besaba en la mejilla…, ella dormía, él la besaba en los labios y ella… se seguía haciendo la dormida, mientras se preguntaba preocupada… ¿cómo resumo yo esto en 140 caracteres para tuitearlo?
    (Inspirado levemente en otro microrelato de mi amiga Beni)

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  14. Alba contemplaba nerviosa el escaparate de la juguetería; allí, tras los cristales, estaba la muñeca embarazada que tanto le había llamado la atención. A sus ocho años, no podía entender que una muñeca estuviera esperando un bebé... A su lado, su madre tiraba suavemente de su abrigo para que siguieran. Alba recordaba los juegos educativos e interactivos que le traían los Reyes. Nunca había tenido una muñeca. Y ella quería una, y llevarla al cole el día 7. Insistió una vez más. Mamá, desarmada, cedió y dijo que lo pensaría. Mientras caminaban, la madre pensaba: ¿A quién habrá salido esta niña?

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  15. Alba contemplaba nerviosa el escaparate de la juguetería. Si no se daba prisa llegaría tarde, y su jefe le echaría la bronca número mil del mes. No se lo podía permitir, pero le faltaba la última pieza del regalo de sus padres: la historia de toda su vida. Solo faltaba una muñeca de trapo con la que jubaba mamá de pequeña. Era la única en la ciudad. Su jefe le advirtió que sería la última oportunidad. Pero, ¡qué diantres! Solo es navidad una vez al año. "¿Señor?, si, Alba, para la bronca 1001 mándeme un correo, la celebro en casa con mis padres..."

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  16. Alba contemplaba nerviosa el escaparate de la juguetería, quería comprarle aquel disfraz de Spiderman , pero costaba 52€ .
    Eso suponía mucho dinero para ella, su marido estaba en paro y no daría con su sueldo de fregar escaleras en hospital.
    Era triste, la juguetería estaba en medio de la avenida Diagonal de Barcelona. Después tendría que coger la línea 84 hasta su casa
    -¿Qué le diría a su hijo?: Hijo mío este año no habrá regalo de Navidad –pensó ella.
    Estaba muy superada por su situación familiar, y encima pasaran las fiestas otro año más en Barcelona, sin poder volver al pueblo, sin poder ver a sus hermanos, a su padre

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  17. Alba contemplaba nerviosa o escaparate de xoguetería. Tiña tan só 8 anos pero entendía moi ben á súa nai cando lle decía: "Tes que pedir unha máis barata". Na casa había que traballar arreo para chegar a fin de mes ainda que non lle faltaba nada importante. A tristura enchíalle o corazón cada vez que a vía pero decideu romper o vello peto e axudar cos seus cartos aos Reises a mercar a boneca.
    No peto tiña vinte euros dos cen que costaba a boneca. O problema era que non sabía como facerllos chegar aos Reises polo que acercouse á tenda moi pensativa a. Mentras miraba á boneca cunha bágoa esvarandolle porla meixela por non saber que facer acercouse a ela unha mendiga:

    -Rapaza, dame algo para comer que teño dous fillos pequenos e pasan fame.

    Alba mirou para ela e os rapaces e tivo moita pena. Os nenos estaban delgados e sucios. De verdade pasaban fame. Pensou no Nadal desa familia e no seu, mamá asaría un fermoso polo e brindarían co cava que sempre traia a avóa Carme. Deulle os 20 euros e foise para a casa triste por non ter opción alguna á recibir a súa boneca, pero chea de ledicia por ter axudado aos rapaces.
    Cando chegou o día de Reises Alba levantouse pola mañanciña espertando a toda a familia, correu cara á sala e cando chegou ao pé da árbore do Nadal veu a súa boneca, mirando para ela dende a caixa de cartón e celofán na que viña envolta e con 20 euros enganchados na mán.

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  18. Alba contemplaba nerviosa el escaparate de la juguetería, lo escudriñaba de arriba abajo y no encontraba lo que buscaba. Era la quinta que visitaba junto a sus abuelos, que últimamente no se separaban de ella día y noche.
    Arriba los peluches…osos, jirafas y hasta delfines con pelo brillante y suave que miraban a los niños con ojos de “abrázame”. Por el medio, muñecas de pelo largo, bebés con chupete, coches teledirigidos y balones de fútbol de cuero limpio, no como el de su hermano mayor. Abajo los puzzles, naipes, juegos de mesa variados y hasta cajitas de música con bailarina incluida.
    Estaba claro, los Reyes Magos no encontrarían allí su petición. No había en aquel escaparate inyecciones, píldoras, jarabes o lo que diantres fuese la quimioterapia esa que podía curar a su mamá.

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  19. Alba contemplaba nerviosa el escaparate de la juguetería... Estaba indecisa, muy indecisa. No sabía qué elegir... ¡No quería elegir! Se dió media vuelta, apoyo la espalda en el cristal, cansada de estudiar posibilidades. Se quedó allí un rato, mirando al suelo, tratando de encontrar una salida al laberinto de las opciones. Cuando, aburrida de dar vueltas y más vueltas a lo mismo, levantó la cabeza, vio que, al otro lado de la calle, había una librería, y ¡una sonrisa iluminó su cara! Miró con cuidado a ambos lados de la calle para comprobar que no venían coches, cruzó con paso rápido y entró sin dudar: una vez más, un libro le iba a dar la solución a sus problemas.

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  20. Alba contemplaba nerviosa el escaparate de la juguetería, había tantas cosas...Este año aun no había escrito su carta a los Reyes Magos. Entonces, junto al cojín de Toy Story 3 lo vio. Enjaulado y triste, aquel pajarito azul la miraba como si la conociera. No parecía un juguete, en aquel peluche había algo especial. Pasaron los días y aquella mañana de enero allí estaba, junto al pino de Navidad. Entonces Alba, corrió hacia el ventanal y emocionada, abrió la jaula. El pájaro voló mientras que la niña muy feliz gritaba ¡Vuela, vuela libre que yo te sigo!.

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  21. Vuestros microrrelatos son de caja de polvorones entera y me lo habéis puesto muy difícil. Pero como lo prometido es deuda, ahí va el mío:

    Alba contemplaba nerviosa el escaparate de la juguetería, seleccionando el regalo de Reyes para su hermana Violeta. No recordaba cuánto tiempo llevaba allí y tampoco tenía hambre -algo habitual durante los dos últimos años. El reflejo del cristal le devolvía una imagen gorda y nauseabunda pero pronto estaría mejor, sería modelo,viajaría y desfilaría por las mejores pasarelas. entonces todo le sentaría bien -incluso la minúscula falda a cuadros de esa osita de peluche que compraría para Violeta. No recordaba cuándo había salido del hospital pero se sentía libre y ya no escuchaba aquella odiosa palabra que la atormentaba día y noche: ¡come!¡come!¡por favor, come! Empezaba a sentir mucho calor...¿Dónde estaba la juguetería? ¿Por qué lloraban todos? y ¿quién la estaba metiendo en un horno?

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  22. Alba contemplaba erviosa el escaparate de la juguetería pensando en el juguete ideal para su hija, sólo tenía tres dias para comprar el regalo.Entró en la tienda y nada mas entrar se fijo en aquella casa de muñecas,era grande y bonita,ideal para su hija.No tardó ni un segundo en comprarla.Llegó a casa y escondió el regalo.Al caer la noche su hija le preguntó que si ya le había comprado el regalo y le dijo que no.A la mañana del día de Reyes la niña fue corriendo al árbol de navidad esperando su regalo,se sorprendió al ver aquella casa de muñecas tan maravillosa.

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  23. Alba contemplaba nerviosa el escaparate de la juguetearía. Estaba aquella cocinita de juguete, la misma que madre le regaló antes de morir. Ya no le podría decir que se la comprara porque la suya ya estaba rota. Al día siguiente volvió a pasar por allí y salía una madre con esa misma cocinita.. Alba se puso muy triste, la querría, aunque también quería que se la comprara su madre, pero ella sabía que eso era imposible. Al final, pasó las navidades ella sola, también comió las uvas sola, pero lo más triste fue que las pasó sin la cocinita y sin su madre..

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  24. Alba contemplaba el escaparate de la juguetería, un buen día paseando por ahí con su padre, le hecho un vistazo al escaparate y vio como se movían las muñecas y sus carros.De repente empezó a oír como le llamaban las muñecas -¡Albaaa! y salió corriendo, -papá quiero que me compres esa muñeca la que viene con el carro. Vale ese será tu regalo de Navidad.

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  25. Alba comtemplaba nerviosa el escaparate de la juguetería. Era el día de antes de Reyes y ella le había prometido a su hija que le iban a traer una casa de muñecas. La pobre mujer no andaba bien de dinero y no se podía permitir comprársela. Se recorrió toda una tarde las calles de Madrid, buscando en jugueterías algo más barato que la pudiese comprar, pero no pudo conseguir nada solo tenía 10 €. Se fué a casa muy triste, por la mañana la niña se levantó a abrir su regalo y vió que no había nada en el árbol. Entonces le pregunto a su madre:
    ¿Mamá donde está mi casa de muñecas?
    Su madre la contestó:
    Losiento hija, este año no han venido los reyes.

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  26. Alba comtemplaba nerviosa el escaparate de la jugetería porque había una muñeca que deseaba con toda su alma.Alba era una niña caprichosa y con mucho dinero.Se dirigió hacía la puerta de la tienda a comprar esa muñeca cuando vio a una niña pobre y con ropa sucía que miraba aquella muñeca, miraba en sus bolsillos or si tenía algo de dinero, pero sólo saco polvo de aquel pantalón viejo y roto.Alba entró en la tienda y lo compró, se dirigió corriendo hacía aquella niña yse lo dió .Alba se sintio bien por primera vez en su vida.

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  27. Alba contemplaba nerviosa el escaparate de la juguetería, tenía unas ganas increíbles de comprarle ese peluche a su nieto.
    Ese peluche era único, igualito al que tenía su hijo cuando era pequeño, pero un cáncer le arrebato la vida con tan sólo ocho añitos...
    Pasaba todas las mañanas por delante pero nunca se atrevía a comprarlo. Un día paso y el muñeco ya no estaba, cuando llegó a su casa lo vio debajo del árbol y desde entonces solo desea que llegue la navidad.

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  28. Alba contemplaba nerviosa el escaparate de la juguetería . La abuela después de estar cinco minutos mirando, fue hacia su casa, se sentó en la estufa y llamo a su nieta Andrea. Le dijo: “-Andrea ¿te gustaría venir mañana conmigo a ver juguetes y comprarle uno a los niños que no los pueden tener? La niña contesto ilusionada: “- SI”.
    Al dia siguiente en la tienda la niña le dijo a la abuela: “- Abuela ami me gusta esa muñeca ¿se la compras a las niñas que no la pueden tener? La abuela asintió sonriendo cogio la muñeca y se fueron a donar el regalo.

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